-- Capítulo Uno --
__ ¡Llevo tanto tiempo aquí que me daría miedo
enfrentarme al inmenso mundo! De cualquier forma no me puedo quejar, tengo
alimento, agua, me vienen a ver........., cada vez menos, pero algo es mejor que nada. ¡Antes
me silbaban para que cantara! ¿Pensarían estos humanos que soy tonto? ¡Pero eso fue antes,
ahora pasan de largo sin dar una explicación, y la mayoría de las veces golpean
mi jaula sin pedir una disculpa! ¿Han estaba alguna vez dentro de una jaula
colgada a un árbol? ¿No? ¡Es un infierno, cuando se mueve, parece que el
universo se viene a bajo, y no puedo hacer nada por remediarlo! ¡A todo se acostumbra uno! – Con su pico bebe agua del pequeño recipiente-- ¡Está turbia esta agua! ¡Hace
dos......tres.......cuatro días que no me la cambian! ¿Qué puedo hacer? ¡No me
voy a morir de sed! ¡Está haciendo unos calores! ¡Si estas personas supieran lo
que es estar dentro de estos barrotes.......! –Hace una pausa y suspira-- ¡Si
al menos me dejaran una pajarita para que me haga compañía; pero no, no tienen humanidad! ¡Fui importante para ellos los primeros días, cuando me trajeron de la casa donde nací! ¡Nací en
una pajarera gigante en el campo, al igual que mis padres! --Llenándose de orgullo continua-- ¡Mis abuelos fueron
libres, nacieron en el monte y vivieron felizmente hasta que cayeron en la
trampa! – Mira entre los barrotes de la jaula, y su pensamiento se echa a
volar-- ¡Algún día............algún día sabré lo que es la libertad! --Cambia su rostro-- ¡Hoy es
fin de semana, lo sé porque no han salido temprano como bólidos a la calle! ¡Los
fines de semana son agitados, discuten mucho! ¡Esto parece una casa de locos!
– Respira profundamente y comienza a cantar-- ¡¡Si supieran lo que es estar aquí dentro.................!!
Continuará................................
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