lunes, 17 de septiembre de 2012

“HE DESPERTADO CON LA SENSACIÓN DE QUE SOMOS OBJETOS DEL DESEO DE SER APLASTADOS SIN COMPACIÓN”


               
  
                Tengo la sensación de sentirme un indefenso ciudadano. Por cada minuto sumado al día en que vivimos, llega una nueva o transformada mentira por parte de los que dicen representar a los ciudadanos. Si habláramos con lenguaje de adepto al culto religioso, “he perdido completamente la fe”, y me siento impotente. Los seres encorbatados que nos gobiernan nos mienten a la cara continuamente, y con su lenguaje atonal de eternos fabuladores nos dicen que es lo mejor y la única solución para la mayoría del pueblo. ¡Trabajan hasta el agotamiento para servir a los ciudadanos! ¡Muchos no duermen! ¡Bajan de peso! ¡El pelo se les torna blanco! ¡Y su eterna sonrisa, se transmuta en una máscara espectral para decir a todas horas que nos apoyan y están con nosotros! ¿Quién falta el respeto a quién?
                El mundo ha perdido el sentido de balanza. El sistema comunista (que nunca llegó a ser tal) se desmoronó por su propio peso y los mapas se desequilibraron. El capitalismo tiembla porque muy poco le queda en el maltrecho sistema. ¡El equilibrio se ha roto! Entraremos dentro de nada en una era de incertidumbres que nos llevará a una guerra económica y de identidades. Posiblemente las nuevas armas sean más letales que las anteriores. La estructura social ha dejado de cumplir su función. ¿Por qué? ¡Porque la clase media está en extinción! El capitalismo no posee una fuerza de choque que provoque su sistema, y nada más le queda luchar contra sus demonios.  ¡La sociedad sería unilateral! ¡Solamente los ricos y poderosos! ¡Por supuesto, siempre acompañados por sus acólitos (incluyendo familiares y amigos) y por los perpetuos lamedores de culos de toda la vida! La balanza dejaría de existir, porque en el otro extremo si aún sobreviven se encontrarían los  desarraigados que siempre han estado abandonados a su suerte. ¿Es humano que la miseria continúe siendo tan sangrante en infinidades de países y que se muera cada día por no ingerir alimentos cuando toneladas de los mismos van a la basura? ¡No es de humanos! ¡Lo más desolador es que este problema nunca ha dejado de existir, y que ahora la crisis de la clase media ocupe el primer plano! 
                ¡He dejado de tener fe! ¡La he dejado de tener en todo! Y esta desafección de mis creencias están justificadas por un proceder impropio de cada uno de los poderes que nos representan ¡No creo en las autoridades cercanas, en los partidos extremadamente partidarios, en las instituciones públicas o privadas, en los sindicatos, en las organizaciones sin y con ánimo de lucro, en los despiadados cultos que en nombre de una doctrina subyugan a la mayoría de los fieles! ¡Estos cultos en nombre de la esencia poderosa controlan las economías, las mentes, y las vidas de los implicados y de los laicos! ¡He dejado de confiar en la información que se nos inyecta de forma directa al corazón! ¡Estos medios no son más que “medios influenciadores” que condicionan a los dúctiles consumidores, que bajo sus influjos se decantan hacia un extremo u otro! ¡Los medios de información están politizados de la manera que los queramos mirar! ¡Los más honorables son precisamente los más peligrosos! ¡No se dejen engañar, que la ética es la mejor vía para dirigir a un incauto que busca la verdad en la información!

                ¡Estamos rodeados por muros de incompetencias y sanguijuelas parlantes! ¡Es una sensación de desamparo total! Los estados constituidos bajo cualquier ordenanza; monarquía, república, democracia parlamentaria, gobiernos constitucionales, dictaduras bananeras, mandatarios del jurásico que aún piensan que son imperecederos, o cualquier tipo de ecuación matemática, están a punto de expirar; solamente debemos dar tiempo al tiempo para que las cosas regresen a su estado normal. ¡Lo terrible que por el camino millones de vidas se han perdido miserablemente! Estos cambios de alguna manera tienen que llegar porque el ciclo ha concluido y comienza una nueva etapa en la espiral evolutiva. ¡Lo impida quien lo impida habrá una eclosión!
                ¡Al contemplar que una vida vale tan poco para los que ordenan y reordenan el planeta, me escalda la sangre! ¿Cómo pueden pensar que las palabras que escupen en sus intencionados discursos sean tomadas por sinceras? ¡Sincero es el que muere de hambruna y no levanta la mano contra las injusticias! ¡Sincero son los niños que hace muchos años esperan la vacuna contra el SIDA y fallecen sin una gota de esperanza! ¡Sincero son los que continúan trabajando para mantener a las multinacionales y sus altos cargos! ¡Sincera es la pobreza que aunque intente de engañarnos siempre se le verá su pretensión!

                ¡Si! ¡Esta mañana he despertado con un sabor amargo en la boca, y pienso que algo en mí está cambiando!