viernes, 21 de septiembre de 2012

¡CARTA AL PROFESOR!


22 de Septiembre del 2012                                                               

A la atención
del profesor: Don ...........  ............   .................


                Profesor, me dirijo a usted para comunicarle o informarle sobre algunos detalles sumamente importantes que están condicionando nuestra situación económica. Como sabrá, nuestra hija ...........  ..............  ........... faltó a clase por motivos ajenos a nuestra voluntad; el transporte escolar. En este momento el autobús escolar hay que pagarlo, con mensualidades de veinte euros por familia. Este simple pago o impuesto, nos ha revolucionado nuestra estructura familiar, y a día de hoy no podemos saber si podremos sufragarlo durante todo el año. A la señora directora del colegio ..............  ..............  ................. se lo comuniqué en su momento para dejar las cosas claras. Por esta razón hacemos lo mismo con usted. Soy de la opinión que la palabra dada es un valor añadido, y cuando se suministra se debe cumplir. ¡A días de hoy no puedo saber si el mes próximo tendré veinte euros que me sobren para hacer frente a un problema que para nada es de los padres; pero este es otro tema en el que no quiero entrar! Por esta razón le pido de corazón comprensión respecto a nuestra hija, que con toda seguridad se verá afectada por este motivo. ¡Gracias anticipadamente!
                En realidad debía haber comenzado por el principio. La madre de ............... está sin trabajo al igual que yo. En un abrir y cerrar de ojos nos quedamos sin poder enfrentarnos a nuestros gastos prioritarios. Tenemos a nuestras espaldas una hipoteca hasta el dos mil veintidós que posiblemente antes de ultimarla, nuestras fuerzas se habrán doblegado. Se dará cuenta usted que el objetivo primero es no perder la vivienda. Hace algo más de quince años que la venimos pagando, y no estamos dispuestos a entregar lo que con sacrificio estamos levantando. ¡Esto es lo que nos ha pasado por culpa de los “mercados” y de muchos prestidigitadores que con su excelente maestría con las manos, desaparecieron el dinero público! ¡Señor profesor estas son nuestras razones para decirle que posiblemente ............... faltará en alguna ocasión! (o en más de las que deseamos)
                ¡Si tomamos un euro de la disposición diaria de nuestro hogar, todo vendría abajo como un castillo de naipes! Para nosotros un simple y solitario euro lleva impreso un valor incalculable, y no estamos dispuestos a lanzarlo a La Fontana di Trevi por si la fortuna algún día toca a nuestra puerta. Me considero práctico y libre pensador, y por lo mismo presupongo que con estos argumentos, usted que es un hombre ilustrado sabrá comprendernos. ¡Le pudiera exponer con sumo detalle por lo que estamos pasando, pero no deseo herir sus sentimientos a estas horas de la mañana! Sigo buscándome la vida para que nuestra familia no le falte lo necesario, pero no me puedo salir del justo y escaso presupuesto del mes. ¡Si este año los libros de texto no hubieran sido donados, no sé cómo sería el final respecto al curso de ............!
                ............ cuenta con una mochila nueva porque su hermana se la compró, al igual que el vestuario y las zapatillas para este curso. Nuestra hija cuenta con unos cuadernos (que susted dice que no son los adecuados) y otros útiles, porque un amigo de la familia tuvo la cordura de apartarlos para ella. Nuestra hija cuenta únicamente con cosas que la familia puede aportar, pero simplemente lo ínfimo. ¡Le quiero expresar con el corazón en la mano señor profesor, que fuera de lo que contamos nos es imposible adquirirlo! Me refiero a la lista de útiles. No podremos comprar un libro por muy económico que parezca para los demás; porque posiblemente dejaremos de comprar medicina si fuera necesario. No piense que con esta declaración voy a los extremos, no, es la pura realidad. Por otra parte, como no contamos con una nómina, el presupuesto de este mes, posiblemente en el próximo no lo tendremos. ¡Es nuestra realidad y la de muchos, pero miles de padres! Por estas razones señor profesor espero que usted sepa comprendernos.
                Intentaremos con todos los medios posibles cumplir con nuestras responsabilidades como padres, pero como esta situación es alarmante, no puedo dar mi palabra de que así será. A todo esto le podemos sumar las actividades, excursiones, fiestas, y demás, que requiera una contribución económica por nuestra parte.
                Una posible solución respecto a los libros, es hacer fotocopias de los libros o bajarlos de Internet. De cualquier manera usted nos dirá la última palabra. Todo este tiempo que ............ no asistió a clase, le pusimos deberes en el mismo horario de clase, al igual que todo el verano. ¡Creemos en la enseñanza, la cultura y el conocimiento, y estamos dispuestos a que nuestra hija alcance la universidad aunque nos cueste el aliento! ¡Espero que el tiempo como siempre, ponga las cosas en el sitio que le corresponda, y espero que no sea muy tarde!
                No le robo más tiempo señor profesor, y nuevamente le doy las gracias por las molestias que les hemos ocasionado. ¡Cualquier duda o comentario se lo comunica usted en privado a la niña, que somos todo oídos!
                     
                                                                                        Un saludo.
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