sábado, 22 de diciembre de 2012

“CARTA A PAPÁ NOEL”


                                       

                 ¡Al fin me puedo dirigir a una persona sin tantos adjetivos y reverencias! ¿Señor Papá Noel, cómo está usted? ¿Bien? ¡Me alegro mucho por ello! ¡Supe de su recaída, me lo contó uno de esos enanos chismosos con los que cuenta para fabricar juguetes! ¡Sí, claro que me he enterado, los rumores corren más rápidos que sus renos; supe que últimamente los juguetes no los fabrica  y los compra directamente en los chinos; no se preocupe que el secreto me lo llevo a la tumba! ¡Es usted muy listo papasote! ¡A lo que íbamos! ¿Sabe que debe cuidar su salud? ¡Estoy al corriente que tiene el colesterol por las nubes, y hablo del colesterol malo; créame es sumamente peligroso! ¡Mucho cuidado señor Noel que el día menos pensado se puede caer del trineo y usted ya no está para estos trotes! Recuerde que es algo mayor y está a punto de ser un viejo cagalitroso! ¡Esos cachetones rojos no son solamente por el frío picarón, hay que precaver antes que lamentar! ¡Por otra parte, últimamente me han llegado comentarios que su reputación no es de las mejores; así que depende de usted si desea estar varios siglos más dando la lata con su famoso jo jo jó! ¡Podemos hacer la vista gorda como hacemos con algunos gobernantes!
                  ¡Sabe usted que no soy para nada devoto de las formas que emplea para repartir los regalos; en algo se parece a los reyes magos! ¿Por casualidad no estará compinchado con los tres mosqueteros? ¿Pero sabe una cosa? ¡No me cae del todo mal! ¡Siempre supe que era un capitalista explotador de pequeños seres indefensos que no encuentran trabajo fácilmente! ¡Sé que detrás de ese disfraz de rojo intenso, se oculta todo un magnate de variados negocios! ¡A lo que íbamos! ¡Hace poco le he escrito una carta a la competencia! ¡Sí, claro, a cuál va ser, a los reyes magos de oriente, sus compis! ¡Les escribí para saber si podían colaborar este año y los demás con una causa justa! ¡No, todavía no he tenido respuesta de ellos, sabe que las cosas de palacio van despacio! ¡Lo mismo le pido a usted! ¡Este año llene el trineo de alimentos de primera necesidad y enfile la nariz de su reno guía a los países que después le mencionaré! ¡Otra cosa, cambie su vestuario que con toda seguridad viajará por zonas de altas temperaturas, no vaya ser que los calores le hagan perder los sentidos y el trasero!
                 ¡Por cierto señor Noel, en estos países no hay chimeneas; tendrá que tocar la puerta, y en muchos simplemente apartar una tela mugrienta! ¡Claro, debe dar la cara y no entrar de madrugada y con alevosía en las casas! ¡Otra cosa importante, no espere que le dejen nada a cambio; son tan pobres que seguramente le dará vergüenza su privilegiada posición social y laboral en estos tiempos revueltos! ¡Cuidado con los renos que son un plato demasiado suculento! ¡No le quiero robar más del dilatado tiempo que posee y espero que al menos esta vez, se gane el pan nuestro de cada día! ¡Hasta que nos veamos Noel!