viernes, 13 de julio de 2012

¡EL LABORATORIO DE CIFRADO DE RUBISTEIN!


                   
                                ¿DE QUÉ CRISIS HABLAN TODOS?


                ¡Debo confesar que no me siento para nada en crisis! ¡Eso de la crisis no es más que un mito que no llego a visualizar! ¡La mayoría de la población no hace más que lamentarse sin conocimiento de causa! ¡Mírenme a mí! ¡Vivo desde hace dos meses debajo de un puente, pero no un puente cualquiera no, una reliquia del siglo XVIII y restaurado hace bien poco! ¡Una verdadera joya! ¡Un puente prerrománico envidia de muchos, con sus arcos diseñados simétricamente para la época, sus piedras talladas a mano, su olor a historia concentrada en breve espacio, y lo mejor; convivo con pequeños moradores que no tienen nada que roer, pero he logrado mantenerlos con vida gracias a las almas caritativas que arrojan todo tipo de alimentos y complementos desde lo alto del puente; siempre saludan con la mano desde sus autos! ¿Quién sabe si estos roedores son descendientes de los primeros inquilinos? ¡Todo un lujo no alcanzado para muchos!  ¿Qué hay de negativo vivir debajo de un puente?
                Mis queridos amigos inconformes, hasta hace bien poco he pensado que esta situación que muchos llaman “al límite” no es otra cosa que una retribución generosa por nuestro comportamiento íntegro. ¡No piensen para nada que es una pérdida, no, es una entrega sin condición por toda una vida de trabajo! ¡Hemos venido a este mundo desnudo, y miren todo lo que poseemos! ¡No son necesarias las posesiones de inmuebles, de coches, de joyas! ¡Cristo nos enseñó desde un pesebre la humildad que debemos mostrar durante toda nuestra vida! ¡Acumular riquezas no armoniza con el credo! ¡Si creen que están a punto de cometer un pecado no dejen de asistir el domingo al confesor que les liberará del mismo desinteresadamente! ¡Dios nos ha enseñado el camino, vive en un puente como yo!  
                ¡Otros tantos quieren acumular puestos de trabajos, no, para qué necesitamos trabajar hasta alcanzar más de sesenta y cinco años! ¡Eso se llama avaricia y es un pecado capital! ¡No es bueno trabajar para producir! ¡La fabricación constante nos conduce a un exceso de gastos que no podemos ni debemos enfrentar en estos tiempos de disciplina; y los gastos generan recortes necesarios que debemos enfrentar para sentirnos en paz! ¡Desde que vivo aquí, y he entregado mi trabajo a voluntad (debe quedar claro que fui yo el que donó su puesto de trabajo por convicción) soy mejor persona y no le debo nada a nadie, como nadie me debe a mí! ¡Estoy en paz con la tierra y el cielo!
                ¿No lo ven? ¿No se dan cuenta aún? ¡Estoy sin trabajo porque es una retribución a mi esfuerzo diario durante demasiados años haciendo lo mismo para comprender ahora, que estaba equivocado en mis principios y mi creencia!

Continuará.....................

FOTOS: ARA Y MANDY.