domingo, 5 de mayo de 2013

ANÁLISIS PERSONAL PARA CONTINUAR SIENDO ANORMAL






                 Sin lugar a dudas de ningún tipo y especie, soy un ser anormal, pero en el más amplio y variado de los sentidos, contemplando que los referidos sentidos son infinitos y que dos sencillos folios no son suficientes para enumerarlos. Como ser llamativamente ilógico dentro de esta inmensidad existencial, no encuentro cabida, plaza, para mis reiteradas incongruencias, pero aun así intento acomodarme, o lo que es mejor, amoldarme al presente, a mis vecinos, al común de los mortales, y al planeta que me reduce con su machacona gravedad. No es fácil ser catalogado un espécimen desorientado y fuera de la normalidad de estos tiempos que me ha tocado vivir. He pensado mucho, demasiado, y la conclusión siempre es la misma, soy el único culpable de esta inaudita situación que me invade en las horas más delicadas del día y de la noche, y no sé muy bien cómo salir de esta vorágine que se me viene encima.
                 A veces, o la mayoría de las mismas, pienso que mi manera de conjugar, de acomodar, de orientar las palabras no son las más acertadas dentro de un entorno armónico, porque me siento, y sin ninguna pizca de acritud, espécimen en extinción, y sin esperanza de continuidad dentro de cualquiera de los entornos posibles. Por ejemplo estas frases que intento hilvanar con raciocinio, no llegarán a vosotros de la manera que las he pensado, porque son incongruentes y faltas de cualquiera de los sentidos, y como nada puedo hacer al respecto, he tomado la decisión de ser seriamente estrambótico en los mensajes que pretendo difundir, y para comenzar, no haré mención del tema que todos hablan, sí, de ese que están pensando, ese tema, el mismo, pero que no puedo mencionar porque si no dejaría de tener sentido lo que digo y pasaría a ser una persona con intenciones fraudulentas que pretende pasar por irracional cuando en el fondo no soy más que un sensato empedernido que busca notoriedad dentro de un universo que no le pertenece pero que intenta dominar con vocablos inconclusos que no dejan la menor tentativa para que los demás, contando con los menos y los más, alcancen el sentido diferencial de la esencia contagiosa dentro de una estampa anquilosada de miramientos extrovertidos por encima de conjeturas mal formadas en una región determinada de esta y de las otras malformaciones predeterminadas, que me llevan a una consumación de los propósitos incluidos en las primeras y determinadas etapas de las regiones en las que habito, por esta, y por las demás intrepideces, seré normal, al menos dentro de mi genética anormalidad consumada.