Estuve escuchando la radio
esta mañana, la cadena SER de Toledo, un hecho que no es casual, porque muy a
menudo la sintonizo. Hoy estuvo como invitado el secretario del PSOE de la
provincia, alcalde de Escalona, portavoz del grupo socialista de la diputación
provincial (Toledo) y, diputado por Torrijos, Álvaro Gutiérrez Prieto, un
político comprometido con su región pero sobre todo con su pueblo y, lo digo
con rotundidad y fe absoluta. La entrevista versó fundamentalmente sobre la
estrategia que llevará a cabo el partido socialista para las próximas
elecciones provinciales y municipales, de estos candidatos, de aquellos, de los
plazos, y los sinfines de detalles y matices que rodean estas significativas
fechas para los votantes, simpatizantes y, para el pueblo en general; pero mi
escrito, estas sinceras palabras, van en otra dirección. ¡Seré objetivo si me
lo permite el tiempo!
Después de escuchar la
entrevista, tuve una revelación, más terrenal que espiritual; pero la tuve. Como
“opineitor” (americanismo más bien personal) o como contemplador activo de
nuestra cruda realidad, pienso, que Álvaro Gutiérrez debe ser sin lugar a dudas
un político de ámbito nacional, donde pueda desplegar su experiencia y
sensibilidad. ¡Sí, sensibilidad, algo escaso en estos convulsos tiempos! Hay
que ser visionario, serlo con razones y firmes motivos para no quedarse en la
estacada. Es mi humilde opinión y, no tengo otra, no puedo tener otra porque el
tiempo apremia y las inseguridades son acumulativas. Así que creo realmente que
el PSOE necesita de hombres como Álvaro,
aunque para ello perdamos un alcalde; no me cabe la menor duda que al final
ganaremos todos. ¡Hay que dejar a un lado los egoísmos!
Por ende, esta es mi petición,
la hago y la elevo a los cuatro vientos para que llegue a quien pueda interesar
(a Pedro Sánchez Pérez-Castejón, secretario general del PSOE), y escuche mi
deducida suplica; creo que no lo lamentará.
Hay que renovarse, pero en
profundidad, desde dentro, con nuevas energías y, como es evidente, nuevas
caras. Y por supuesto, una de estas caras debe ser, Álvaro Gutiérrez. Se
necesita juventud, entrega, vocación; etcétera, etcétera, etcétera. Pero quizás
la más precisa, profesionalidad, aunque parezca una contradicción, porque se
puede llegar a pensar que se pierde frescura en la legislatura; pero no es así,
todo lo contrario. Un gobierno debe rodearse de personas competentes, multifuncionales,
que sepan solventar los problemas, pero que sean también intuitivos creadores;
pequeño detalle que abunda poco por estos lares. En definitiva, Álvaro
Gutiérrez, cumple, a mi parecer, con todas estas cualidades que he mencionado.
Espero, de todo corazón, que los propicios vientos soplen a nuestro favor y nos
traigan estos valederos aromas. Gracias de antemano y, espero, que estas
francas palabras sean bienvenidas.
Ciudadano Ramírez.