-- Piquito de Oro habla de la prima --
¿Qué coño es la
prima de riesgo? ¡No me lo diga que no tiene explicación! ¡Es un concepto tan abstracto que entra directamente en la contemplación!
Seguramente los libres pensadores y filósofos de la antigüedad necesitarían
algo más que la vid embriagadora para remontar las ideas y continuar con la especulación
respecto a este tema. La definición de la palabra “prima de riesgo” es
sencilla, como concepto. ¡A estas alturas, todo esto no está nada claro ni
para los economistas ni para los políticos, que hacen únicamente lo que les ordenan los inversores, la banca, y el cortejo de asesores que únicamente chupan
de la teta sin control. ¡¡Ninguno de estos ejemplares saben qué hacer, se lo dice Piquito!!
¿Se han preguntado el
descontrol que hay en este momento en el mundo, y nosotros ajenos a las tomas
de decisiones? ¡En las mentes con poder están las mayores propuestas, lo peligroso, es que desvarían! Estas
propuestas son de cualquier índole. ¡Decisiones políticas, económicas, de
seguridad interna, de pactos mundiales, de cortejos y promiscuidad entre
naciones, que tú me das y yo te quito; en fin, un meretricio de tal magnitud,
que yo no sé porque en España(es un ejemplo) la prostitución no sea legal! ¡Se
recaudarían unos suculentos impuestos para estructurar de una vez la educación, o para mejorar la sanidad! ¡¡Sigo con
la fabulosa prima!!
¿Quién no tuvo en su niñez un
romance con una prima? ¡De esos besos robados quedó el “riesgo” de llevar por siempre el recuerdo de nuestra amada prima! Es lo que arrastramos nosotros
ahora, amores de infancia; lejanos amores, pero de otros. ¡Nos quieren imponer estos hechos, como
si conociéramos a la tal prima! ¡En la vida podemos encontrar a la prima! ¡En el
mercado financiero esta prima es un espejismo virtual.
Todo este mundo, espacio,
entorno de los mercados, las bolsas, se ha escapado de las manos de los que
pretendían mantener su control. ¡Lo peligroso, qué ahora no se tiene la solución!
Los cálculos saltaron del papel a una extraña dimensión y se ha perdido el
norte. Si a esto le sumamos, la deficiente labor de políticos improvisados y
enchufados, que más que solucionar agravaron el problema, la cosa se pone negra. ¡Esto es sin nombrar a los
corruptos, que si dios existiera, no tendrían perdón. ¡Estos han hecho de los países
cotos privados! ¡No puedo entender a una sola persona que no se dé cuenta
cuando un político disfraza la verdad y nos quiere endulzar con sus palabrerías
manidas y agotadas! ¡Cualquier síntoma de corrupción, o el simple hecho de estar imputados, son razones de peso para recibir un escarmiento; pero no, la honorabilidad está por encima de la honestidad y son intocables! ¿Han
estudiado cómo se expresan estos seres de trajes y corbatas? ¡Todos son
iguales, no importa el color de sus ideales, no! ¡Ellos simplemente se quieren
mantener en el poder hasta su jubilación!
Se etiquetan a los mandatarios
latinoamericanos como dirigentes populistas que lanzan los discursos seudo-democráticos
para mantener a rayas al pueblo; en la mayoría de los casos llevan la razón. ¡Los políticos de
países desarrollados actúan de igual forma, lo único que sus discursos son
menos apasionados y mantienen el control en su gestualidad, no expresan sus sentimientos. ¿Por
qué? ¡Porque nos daríamos cuenta que nos mienten! ¡Si sabemos que unos no
valen, y que los otros están muy vistos, hay que encontrar otro camino! El destino de
un país está atrapado por un gobierno durante cuatro largos años porque decidimos
votar a uno u a otro! ¿Esto es el valor de una democracia, un voto? ¡Amigos,
amigas, niños, niñas, perros y gatos, abran de una vez los ojos; porque contando los años de
cuatro en cuatro, pronto nos haremos viejos!