. ……….”Por todo ello permíteme que aproveche la oportunidad
para pedir tu voto para el próximo 25 de Mayo. Es tanto lo que está en juego
que sólo partidos grandes como el Partido Popular, tiene capacidad necesaria
para influir en la UE, seguir construyendo la Europa solidaria y próspera que
queremos y defender tus intereses. Tu voto servirá y contará en Europa. Muchas
gracias……….”
Y firmaba. Mariano Rajoy,
presidente del Partido Popular. Se le olvidó señalar, y también, presidente del
Reino de España. El señor Mariano Rajoy se ha dirigido personalmente a este
insignificante ser que en realidad no es nadie, se ha acordado de mí, y lo que
valgo, como nunca antes persona alguna me tuvo en cuenta. Cuando descubrí dicha
firma lloré, a moco tendido lloré por varios minutos, y lloré sin complejos,
porque el señor presidente de mi país, el presidente de todos los españoles, se
acordó de un “parado” como yo, y esto me dignifica, esto me hace sentir que soy
un ser humano y no una mierda como hasta ahora muchos me consideraban y hasta
yo mismo lo pensaba. --¡Soy importante, tan importante que el señor presidente
me ha escrito una carta, y no me pasó lo mismo que el coronel de García Márquez
que nadie se acordó de él porque no tenía quien le escribiese! ¡Soy feliz,
indudablemente un hombre feliz que cuentan con él ante un hecho significativo
como son unas elecciones!-- Primero lo pensé, pero más tarde con la potencia de
cada una de mis cuerdas vocales lance mi grito al viento para que todos lo
escuchasen. Este hombre es muy grande, demasiado grande para malgastar su
tiempo en un simple y vulgar ciudadano como yo que el único pecado que ha
cometido es no encontrar trabajo por mucho que lo ha intentado; pero en fin,
ahora, aunque no tenga trabajo, aunque la hipoteca me esté comiendo en vida,
aunque las facturas del agua, de la luz, del gas, del alcantarillado, de la basura,
del auto bus de mi hija, del seguro del coche y el de la casa, del numerito, de
la ITV, de la leña que debemos comprar para calentarnos en invierno, del IRPF,
del IVA, de la Contribución, de los productos alimentarios y de limpieza, de la
gasolina, de las medicinas, de esto, de lo otro, de lo del más allá, y lo del
más acá, ¡COÑO! ¡COJONES! ¡VE VOY A VOLVER LOCO! Pero no, calma, calma que tú
sí que puedes, y ahora más, porque el señor presidente del Reino de España se
ha dirigido personalmente a este humilde ciudadano.
De tal modo fue mi gozo que
tomé la carta y salí corriendo a casa de mi vecino para enseñársela, para
decirle que no tenía razón cuando decía que los políticos son todos unos……..,
bueno, la oportunidad de cada hombre llega, y sí, hay justicia en este mundo
cruel. Mi vecino me dio una palmadita en el hombro, me dijo que me sentase, y
se perdió por el pasillo de su casa en dirección a la cocina. En unos minutos
apareció con dos vasos de vinos y un papel doblado en su boca. --¡Toma, léela,
el señor presidente también me ha escrito a mí, y a Juana, a Pedro, a Carmen, a
Dolores, a María, a Asunción, a Berta, a….., es decir, para no cansarte, sino a
todos, a la mayoría de habitantes de este país, tú no has sido el único tonto,
y ahora bébete el vino, que es lo que podemos hacer!-- Mira, se me cayeron las
alas del corazón en un instante. No era importante para el señor presidente,
no, no lo era, lo que deseaba era mi voto, y mi vecino tenía toda la razón.
--¡En todo el año, en los trecientos sesenta y cinco días, con bisiesto y todo,
no son capaces de investigar si nuestro estómago y el de nuestros hijos está
satisfecho a no, si comemos, ¡no!, ¡no y no!, y sabes por qué, porque no les
importamos una mierda a ninguno de esos encorbatados! ¿Ves lógico que nada más lo
hagan cuando hay elecciones generales? ¡Y un cuerno! ¡Estoy cansado de tanta
falsedad, y por esto, por esta carta de mierda que se burla en mi propia cara,
no voy a votar el domingo!-- Respiró profundamente, se llevó a la boca el vaso,
y se lo bebió de un solo golpe, hasta la última gota. --¡Este es el consuelo
que tengo, y es cuando único me siento libre, ninguno de ellos pueden
interferir en mi vida, y, ¿sabes por qué?, porque en el vino he encontrado la paz,
la libertad, y la ilusión que me han quitado todos ellos, los unos y los otros!
¡Bebe vecino, bebe, para que en tu cabeza gobierne nada más quien tú desees!--Tomé
el vaso, y como un experto catador, el sanguíneo líquido penetró por mi
garganta hasta el final. --¿Lo ves? ¡Naturalmente que podemos! ¡Claro, si
queremos!-- Al cabo de dos horas, salí de casa de mi vecino como agua para
chocolate, relajado y feliz. Ya no me importaba el señor presidente, las
elecciones, el paro, la situación mundial, la crisis, los bancos, no, ahora era
un hombre libre, ebrio, pero libre, a gusto, que llevaba en su mano una
intencionada carta. --¡Querido…….. y estimado a…..migo señor presidente, no sé
si…….. esta misiva le llegará antes del domingo, pero es igual, yo se la envío
con el mismo respeto que usted ha hecho con……..migo, es decir, con mi persona,
un amable saludo……de este anónimo ciudadano…………que espera algo más que……., una simple
carta!-- Plegué el papel, lo doble en múltiples partes, hasta conformar un
artefacto volador lo más parecido a un cohete. --¡Vuela, vuela…….vuela, vuela…….!--
Y lo lancé con todas las fuerzas de mi brazo.
¡Dios mío, por un segundo pensé
que estaba alucinando, pero no, era la realidad, la pura realidad que golpeo
por sorpresa mi cara! ¡Un mar de aviones de papel surcó en todas direcciones el
lánguido cielo azul! ¡A mi lado, como el primero, estaba mi vecino, y junto a
él, Juana, Pedro, Carmen, Lucia, María, Tomás, Alberto, Claudio, Rosa, Miguel,
pero también, Caridad, Consuelo,……….y Esperanza, todos ellos lanzaron al viento
su tragicómica misiva!