Anoche tuve un sueño. Soñé con
Bárbaro. ¡Se preguntarán quién demonios es Bárbaro! Pues Bárbaro es un amigo
que de pronto se ha esfumado y lo ando buscando. No lo encuentro, ha
desaparecido de la faz de la tierra. ¡Posiblemente ha hecho honor a su nombre!
¡Zas, como el trueno Bárbaro se evaporó! Creo que tienen todo el derecho del
mundo para preguntarse qué tiene que ver todo esto; pues todo esto tiene que
ver con el sueño que tuve con Bárbaro. ¡Sí, Bárbaro, el amigo de la sonrisa
amplia y el silencio rotundo!
Este desconocido amigo, y lo
de desconocido lo digo por ambas aptitudes, anoche se me presentó en sueños y
estoy seguro que algo sucederá en las próximas semanas. Hace mucho, pero mucho
que no sé de él, cuando digo que no “sé”, me refiero a saber directamente de su
boca cómo está, lo demás no son más que habladurías y comentarios a destiempo
que me llegan en forma de cánticos y fábulas, pero esto no responde a mi
desconocimiento de mi amigo. ¡En fin, por esto y por mucho más les digo que mi
amigo Bárbaro ha desaparecido, no lo encuentro!
Tengo el presentimiento que él
se quiere comunicar conmigo pero existe un impedimento mayor que la amistad que
no permite que esto suceda. Bárbaro se encuentra con toda seguridad en peligro,
lo he visto en sueños y deseo comunicarme con su persona aunque sea simplemente
a través del pensamiento. En el sueño intento alcanzarlo pero se volatiliza sin
dar una explicación concreta de su reacción. Dentro de este sueño aparecen
otros amigos, pero en un segundo plano. Siempre Bárbaro se interpone entre los
obstáculos y yo.
¡Una partida de ajedrez! ¡Un
mar! ¡Una avenida con pequeñas casas a los lados! ¡Lo toco y es muy blando! ¡Espía!
¡Guitarra sin cuerdas! ¡Casa volando! ¡Un bebedero público sin agua! ¡El color
de la piel! Todas estas ideas o imágenes se me aparecieron en el sueño con tanta
intensidad que por un instante pensé que estaba sucediendo en tiempo real. ¡Veo
a Bárbaro dando un paso por un extraño país que no es el suyo! Este amigo está solo,
sin familia a su alrededor y en sus labios las palabras se han marchado dando
paso a la desdicha.
Me gustaría comunicarme con
Bárbaro para decirle que se encuentra en una situación complicada, y que debe
encontrar una salida lo antes posible para escapar del pozo donde ha caído.
Estoy seguro que pensaran, con toda razón, que esto es una locura, pero
continuaré intentándolo hasta dar con Bárbaro.