Hoy he decidido que dedicaré
parte del día simplemente para pensar. ¿Pensar en qué? ¡No lo sé! Me he
levantado de la cama con un resfriado impresionante y mis fosas nasales
permanecen obstruidas como el llamado tercer mundo en sus fronteras. ¡No tengo
otra opción que tomar un largo papel higiénico y soplar sobre él hasta
sustraerle a mi nariz toda la mucosidad innecesaria que me invadió en la
madrugada! ¡Sería algo así como eliminar los activos tóxicos de los “buenos
bancos”! De cualquier manera mi objetivo en esta mañana es pensar en algo
agradable que me saque de esta monótona vida y olvidar las penurias que golpean
al mundo.
¡A pesar de tener el cuerpo destrozado
voy a dar un paseo para provocar la mente y olvidarme que el mes próximo cumplo
un año más! ¡No quiero pensar en esto!
Desde hace algunas festividades he notado que mi cuerpo está cambiando. Me
siento como una tribu de la amazona que poco a poco le van quitando territorio
y están a punto del desvanecimiento. ¡Sé que nada tiene que ver pero es lo que
me ha venido a la cabeza, y los pobres están como yo, a punto del olvido! ¡Pero
mi intención es otra! ¿En que puedo pensar? ¡Hay tantas cosas agradables………..pero
también inalcanzables para un padre de familia que se encuentra sin trabajo,
que ha decidido caminar para no pensar en los presupuestos que gastan los gobiernos
en las cosas superfluas e inverosímiles que jamás sabremos; pero es igual, yo
he decidido dar un largo paseo y nada ni nadie me harán cambiar de parecer!
¡El campo! Lo mejor es sentir
la tierra húmeda sobre mis viejos zapatos de correr, que en este momento están
a punto de desvanecerse en mil pedazos. ¡La tierra! ¡Una porción de nuestro
planeta que está subdividida en parcelas injustas denominadas fronteras! ¡Bueno
hoy no es día de lamentos porque estoy en pie, resfriado pero en píe! ¡Con mis
zapatos destrozados pero caminando por unos maravillosos viñedos! ¡Sin trabajo,
con una hipoteca que me obstruye la garganta, pero en pie!
¡Muchos problemas, muchos, infinitos problemas que no terminan, pero pienso,
estoy pensando mientras miro el polvo del camino, que mis problemas no son nada
para la inmensa cantidad de niños que mueren cada día por no llevarse algún
alimento a la boca!
¡Sí, voy a pensar que si me pusiera en el espacio, desde la distancia,
observando al planeta fuera de todo contesto, yo sería algo menos que una
hormiga entre la vorágine de esta sociedad ambigua, y comprendería que mis
dificultades no serían menos o mayores que las de cualquier persona de la
llamada sociedad desarrolla! ¡Pero si aliso la mirada, si insisto en un determinado
punto del mundo, y busco lo posible entre la nada, sería consciente que la
balanza está desproporcionada y que con un simple movimiento de cabeza nos embarga
el egoísmo! ¡He pensado que nuestros problemas desde la distancia no son nada
comparados con los que atraviesan millones de personas desvalidas! ¡Nosotros nos jugamos
el futuro! ¡Ellos se juegan la vida!