Hace algunos días estaba escuchando un
programa de radio nacional de España llamado “en días como hoy” y comprendí que el milagro es
posible. Ese mismo día el presentador que sustituía a Juan Ramón Lucas por vacaciones,
fue exonerado por un agradable y simpático exponedor de palabras impuestas. ¡Un
hombre que en solo algunos minutos se cargó un sólido programa matinal de la
radio pública! Este profesional hizo posible que la maquinaria gubernamental se
pusiera en marcha con un chasquido de dedos. ¡Multiplicó los panes (P) y los peces
(P)! ¡El PP entró con el poder que le concede el parlamento!
No soy un fan al uso, ni un
afiliado a ninguno de los dos partidos que se disputan el poder cada cuatro
años en España; pero la sensación de impotencia y desgarro que sentí al
escuchar la manipulación consciente hacia la población, me pareció de una ignorancia
y falta de imaginación absoluta. ¡Esto es nada más que el comienzo de la extensión
de las redes de los poderes sobre un bien común! ¡Desde este momento instigaran
con mensajes ideológicos a fines a sus intereses!
Juan Ramón Lucas (el anterior
presentador) fue sustituido con premeditación y alevosía. No soy un seguidor de
él, pero hasta dónde lo conozco, creo que en su persona se fomenta la
honestidad, que es fundamental para trasmitir mensajes a los escuchantes. ¡Creo
que serán las vacaciones más amargas de toda su vida laboral! Mi sincera opinión,
no se puede retirar a un comunicador comprometido con su labor profesional
porque el gobierno es de otro signo o color. ¡Esto es un error, que el tiempo
sabrá sacar “partido”, y valga la referencia! ¡Si no se ha respetado la labor
de un trabajador de la corporación, los oyentes sí necesitan ser respetados;
hay propiciar respuestas! No me vale con “esto es una empresa y tiene la
facultad de hacer cambios” (palabras del actual representante de los Panes y Peces),
o “llevo tantos años en la misma que.......” ¡La antigüedad no es un valor
añadido si llega por imposición!
“La tertulia” y “El parlamento
de los oyentes” (secciones dentro del programa matinal) perdieron su razón de
ser en esta nueva temporada veraniega. Ese mismo día escuché a contertulios unidireccionales
enfocando las cuestiones de índoles sociales por caminos manidos. En muchas
ocasiones no estaba de acuerdo con los opinadores de Lucas, pero al menos
hablaban defendiendo cada uno su postura partidista o interesada; el debate
estaba presente en las mañanas. Ahora el camino es de color rosa, o azul, es
igual, nos intentan meter la información manipulada de un país seguro de sus
recortes. ¡Escuché que la reforma laboral estaba funcionando porque la lista de
los desempleados disminuyó en los meses de verano! ¡Estos comentadores de
tribunas son como Pepe, mi loro repetidor de palabras huecas! ¿A quién
pretenden engañar a estas alturas donde el país se balancea en una cuerda floja?
¡Espero para septiembre escuchar la voz no solamente de los que sintonizamos la
radio o la televisión pública!
También percibí algunas
llamadas de oyentes que como yo, vislumbraron que nos están tomando el pelo. Es
que la forma de hacer las cosas (por mayoría absoluta) es más que evidente,
aunque las sutilezas sean artísticas. ¡Los que escuchan desean y quieren explicaciones
simplemente por respeto, y Juan Ramón debe tener la oportunidad de despedirse
ante el micrófono! Aunque pensándolo mejor, todo lo que sucede conviene, y en
algún instante las aguas regresaran a su cause, y este atropello será más
evidente cuando la raza política deje de influir continuamente en cada aspecto
de la vida de los españoles.
Estas palabras van dirigidas a este
programa en concreto, pero mi sentir está con todos los profesionales que
borraron de un plumazo de la programación de la radio y la televisión española.
No sé si será justo o no, pero de ninguna forma esto puede continuar sucediendo
cuando cambie nuevamente el gobierno. Opino lo mismo con la sanidad, la educación,
o los derechos básicos de los contribuyentes. La política como la religión, debe
y tiene que estar al margen de las libertades sociales. ¡Un pueblo será próspero
y moderno cuando su pensamiento lo sea! ¡España tiene que comenzar a pensar de
otra manera!