miércoles, 10 de julio de 2013

HISTORIA DE LA CACA





EL LENGUAJE.


                 En el capítulo anterior hice referencia al alma de la caca, ahora como les prometí, haré alusión al intrínseco lenguaje, porque una caca sin alma y sin el poder de la expresión, sería algo así como un árbol sin frutos, o un día sin luz. ¡Y es de esta manera queridos cómplices y amantes de tan íntima y compleja compañía, y jamás podrá ser de otra! Aunque digamos lo contrario, y reneguemos de la misma, siempre, pero siempre la llevaremos con nosotros, porque nuestra caca es divina, única, y ni los gobiernos ni las religiones podrán evitar que escuchemos desde nuestro interior a la sublime voz que nos guía cada veinticuatro horas aproximadamente a una reflexión de conciencia. ¡Sí amigos, debemos tener un encuentro casi a diario con este creativo ser!

                 El que nos diga que la caca no se comunica nos está mintiendo insolentemente, porque antes de coexistir en abundancia en nuestras íntimas paredes, el eco de anteriores restos caquificados, van marcando la nueva manifestación que se generará. Esta caca posee un lenguaje llamativamente expresivo, con tendencia universal y cargado de un profundo sentimiento de hermandad y aglutinador. Antes de manifestarse concretamente, o lo que es lo mismo, antes de su alumbramiento casi cotidianamente, la caca se comunica con nosotros cuando lo necesita verdaderamente, y para ello utiliza un lenguaje sorprendentemente llamativo, un lenguaje gaseoso, llegando a ser al mismo tiempo estruendosamente sonoro, y en la mayoría de los casos con aromas sutiles que nos hace recapacitar ante tal torrente de inteligencia. ¡Una habilidad deslumbrante! Algunos eruditos en la materia la denominan el sexto sentido, o lo que es lo mismo, el universal y aglutinador sentido que mantiene con esperanza de vida a la humanidad. Ella, la caca, nos cuenta su personal historia, dejando por donde se mueve pistas poderosas para vislumbrar el presente. Una caca es esencialmente sonora, porque es el medio predilecto de comunicarse, para exponer sin pelos en la lengua que si no fuese por ella la humanidad sería bien distinta. La caca llega, se muestra, y al hacerlo está hablándonos por encima de complejos y ataduras. ¡Querida amiga, me siento un hombre nuevo cuando cada mañana me hablas directamente a la cara, y no puedo decir otra cosa que gracias, mil gracias por existir!


                
 Continuará................................
FOTOGRAFÍA: De archivo histórico.