Hoy jueves 25 de octubre mis
oídos escucharon en la tertulia de “El día menos pensado” (RNE) palabras
desafortunadas para describir a una mujer. Unos de los tertulianos de nombre
Alfonso si mal no recuerdo, y de apellido mejor no recordar, llamó de forma
despectiva “tía” a una política Europea. No importa la procedencia o el rango
de esta señora, lo descalificativo fue la manera de juzgarla públicamente. Pero
la desautorizó aún más al llamarla beoda
(borracha mañanera con bebida burbujeante). ¡Esta señora es una borrachina con
todas las de la ley!
Estos objetivos se repitieron
varias veces para que a los oyentes les quedara “bien claro” que la dirigente
política siempre se emborrachaba antes de tomar decisiones referidas a su labor
oficial. ¡Menudo personaje este “periodista de papel mojado”! Aunque esto no terminó
aquí. El “H-onorable presentador“ justificó este calificativo al decir que era
el personaje que tenía montado este periodista, y como él es así, no tiene
mayor importancia sus palabras. Uno de los tertulianos lo llamó al orden. --¡No
está bien referirse a una mujer de la manera que lo has hecho!—Pero estas
palabras cayeron en saco roto. Lo dijo con toda razón, pero para la política
del programa este incidente no posee mayor trascendencia.
Si mal no recuerdo hará unas
dos semanas un oyente llamó al programa para calificar al gobierno de injusto
por no cumplir con las promesas electorales. --¡El gobierno nos ha mentido!—Dijo.
Entonces el señor H.H. con su inquebrantable moralidad, llamó al orden al
escuchante porque no está bien faltar el respeto a un gobierno elegido por
mayoría absoluta. -¡Si faltar el respeto!—Le dijo al oyente. Este oyente se
refería únicamente que la falta de respeto nos lo produce quién no cumple con
su palabra. ¿Por qué el señor H.H. no actuó de esta manera al escuchar que uno
de sus contertulios llamó “tía” a una mujer? ¿Por qué la co-presentadora al ser
mujer no hizo alguna anotación a este hecho? ¡Tampoco lo hizo la otra
tertuliana, porque ella antes de ser mujer es defensora de los intereses de
quién le da de comer! ¿Qué puedo decir? ¡Simplemente repugnante!
¡Señor H.H. como las iniciales
de sus apellidos usted es doblemente mudo cuando le interesa!